Aplicación práctica de la teoría de la relatividad

Estás disgustado. Sin pensarlo te pones al volante y empiezas a recorrer las calles de la ciudad. No vas a ningún sitio, sólo quieres recorrer kilómetros, alargar el espacio para hacer tiempo antes de volver a casa. Alargar el espacio para acortar el tiempo, como si desplazándote de un lugar a otro el tiempo pasara más rápido, se hiciera más breve y en consecuencia el sufrimiento fuera menor. Una simple aplicación práctica de la teoría de la relatividad.

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