Suicidio múltiple

En 1993 un francés intentó suicidarse. Se situó al borde de un acantilado, se ató una soga al cuello y el otro extremo a una gran roca. Después ingirió veneno y se prendió fuego. Cayendo se disparó en la cabeza, pero no dio en el blanco, sino que la bala cortó la soga. Cayó al mar, que apagó el fuego de su cuerpo. Con las sacudidas vomitó el veneno. Murió en el hospital de hipotermia.

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