El hombre que cagaba en los museos

Tengo un amigo que caga en los museos. Conoce los aseos de las principales pinacotecas europeas. En Valencia, por ejemplo, le gusta salir a pasear y acercarse al MUVIM, que es gratuito, y entrar a cagar en sus estupendas instalaciones. Porque los museos están muy bien preparados en estas cosas, disponen de aseos amplios, acordes a su capacidad máxima, que estando normalmente en registros mínimos, se convierten en espacios amplios, limpios y a la vez acogedores, donde puedes recrearte en soledad sin que haya nadie importunándote en tan delicado momento. Mi amigo puede describirte los del Prado, el IVAM, el Reina Sofía o los Uffizi... o uno de sus preferidos, el del mueso arqueológico nacional, que se encuentra en las escaleras que descienden a la edad del hierro, en el mismo mierdoceno, según él. Mi consejo es que vaya usted a los museos a cagar, es verdaderamente un placer que no debería perderse.

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