Me echo de menos...


Me echo de menos mucho. Me echo de menos sudoroso bajo tu cuerpo; sonriente, al verte de lejos; jaleoso, cuando, al fin, me llamas. Me echo de menos mucho carcajeándome cuando eres graciosa; ruborizado cuando te muestras soez; ronroneante al tocar tu piel al despertar. Me echo de menos a todas horas. Puede que contigo lo consiguiera algún día pero ¿cómo hace uno para olvidarse de sí mismo?

0 comentarios:

Publicar un comentario