Me duele la cara de ser tan guapo

Está mal decirlo, lo sé, pero los que me conocen ya lo saben. Soy un tipo guapo, ¡qué se le va a hacer!. Pero ser muy atractivo no es tan bueno como se cree. Yo, que lo sufro en carne propia, puedo dar testimonio. No estoy desesperado, tampoco es eso, pero es incómodo.
Me gustaría salir un día de casa y que fuera todo normal. Que las mujeres no se me quedaran mirando, que no me guiñaran el ojo a la primera oportunidad. Que cuando pida una dirección en la calle a una mujer policía no se ponga nerviosa.
Cuando salgo con alguna mujer, siempre es lo mismo. No importa que estupidez diga yo, para ellas está bien. Entendedme, busco a alguien que me replique, que razone. Porque aparte de ser guapo, soy inteligente. Sí, lo soy, pero a nadie le interesa qué tenga que decir; me toman como un simple pedazo de carne. Soy sólo otra cara bonita. Alguien que sirve nada más para verlo y llevárselo a la cama. Sexo, sexo, sexo... ¿y el amor? Es triste, pero es la realidad.

1 comentarios:

Rafa Jinquer dijo...

Me gustas por lo bien que me autoretratas

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