Sueño absurdo

Soñé que tenía un gato y que estábamos discutiendo distintas maneras de reducir las muertes relacionadas con tiburones en las playas de Benicàssim. Yo hablaba en castellano como si fuera francés. Quiero decir que mi voz sonaba como la del Inspector Clouseau en las películas dobladas. Estaba a favor de poner señales en la entrada del puerto diciendo: Atención, tiburones, hagan el favor de no morder. Por cada propuesta que le hacía al gato, él me recompensaba con un trozo de atún. Pero el gato no aceptaba mis soluciones, especialmente esta última, porque argumentaba, con razón, que no teníamos forma de saber qué idioma hablaban los tiburones. Cuando me desperté, tenía hambre. me compré atún y me olvidé del sueño (hasta la próxima vez).

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