Impuntualidad


Tengo un amigo impuntual. Su caso es tan grave que, cuando habla, su boca tarda unos diez segundos en moverse. Ahora me lo llevo conmigo a las sedes de los partidos políticos, pedimos una cita y miramos fijamente al representante ciudadano mientras éste escucha alto y claro “calvocabrón”, mientras observa desconcertado su alrededor.

1 comentarios:

Publicar un comentario