El coleccionista y el gato

Un famoso coleccionista de arte caminaba por el centro de la ciudad, cuando se dio cuenta de que un gato sarnoso estaba lamiendo un platillo de leche ante la puerta de una tienda . Como era un profesional se percató al instante de que el plato era una antigüedad muy valiosa, cerámica de Alcora, nada menos. Entró en la tienda y se ofreció a comprar el gato dos dos euros. El dueño de la tienda le respondió: "Lo siento, pero el gato no está en venta". El coleccionista dijo: "por favor, necesito un gato hambriento en casa para cazar ratones. Te pagaré veinte euros por este gato." Y el dueño dijo: "Vendido". Y le entregó el gato. El coleccionista entonces dijo: "Hombre, por los veinte euros me pregunto si podrías darme ese viejo platillo. El gato debe estar acostumbrado a él y me evitará tener que conseguir uno nuevo".Y el dueño dijo: "Lo siento amigo, pero ese es mi plato de la suerte. En lo que llevo de semana he vendido sesenta y ocho gatos."

1 comentarios:

Julio Alcalá Neches dijo...

Es con distancia lo mejor que te he leído desde hace tiempo. Y que conste que no me gustan los gatos.

Publicar un comentario