Hoy he atropellado a una ardilla. He visto por el retrovisor cómo sufría, así que he dado marcha atrás para acabar con ella. No era una ardilla. Era un gatito. Los niños a los que pertenecía han visto como atropellaba a su gatito. Dos veces. ahora, para dos seres humanos, soy la personificación del demonio.
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