Unos días después de la muerte de sus impulsivos hijos,
las respectivas madres de los amantes de Teruel se encontraron en la plaza
del Torico, al fin y al cabo Teruel entonces no era más que un pueblo. El destino
les había vetado ser las consuegras más enemistadas de la historia de Aragón, pero quedaron para tomar un chocolate y desde entonces, del desamor, surgió una
bonita amistad.
1 comentarios:
¿qué t´as fumao?
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