Fue por San Valentín que me di cuenta de que vivimos de ilusiones. Vivimos de sueños. No lo sé. Pero si
sé lo emocionante que es ilusionarte. Fue por San Valentín cuando me dio los buenos días. No
tiene nada de importante, solo me decía, buenos días, que tengas un buen día, feliz día de San Valentín. Y
eso se transformó en ilusión. No fue un mensaje, fue vida inyectada vía
intravenosa.
0 comentarios:
Publicar un comentario