Este año, como
siempre, montamos el Belén. Antes mezclábamos dinosaurios, coches de los cliks,
y naves de la guerra de las galaxias, con las figuritas tradicionales (esas
cabezonas de plástico), pero este año hemos querido ser más racionales,
verosímiles diría yo, siguiendo los consejos del Papa. Parece ser que la época del nacimiento de Cristo
coincidió con un momento de crisis económica en la Judea ocupada por los
romanos, así que, como tenemos experiencia en nuestro devenir cotidiano, hemos
optado por tomar las medidas necesarias. Por ejemplo, ¿nadie se ha dado cuenta
de que en todos los belenes hay más pastores que ovejas? Económicamente sería
insostenible. En casa hemos despedido a todos menos a uno. Los hemos sustituido
por vallas electrificadas. También nos hemos dado cuenta de que el comercio
local no funciona, hay muchos autónomos y nadie comprando. Vamos a dejar sólo
al carpintero, que como San José está de baja paternal, puede tener salida,
pero al resto los vamos a cambiar por un bazar chino, que de paso se hará cargo
también de la posada. Las lavanderas, aunque necesarias, las hemos quitado
también por una cuestión de educación no sexista. El ángel anunciador tampoco
nos hace falta porque el chino ha puesto un luminoso de esos que pasan texto
como en los autobuses, y con eso ya se entera todo el mundo. A Herodes lo hemos
dejado porque tenía firmada una indemnización millonaria en caso de despido,
con los directivos ya se sabe, pero hemos ahorrando externalizando la contrata
de soldados. El resto de personajes sin oficio ni beneficio, todos a la calle,
a excepción del caganer, por respeto a la diversidad cultural. Para llevar las
ofrendas, con uno que pase cada tres días y recoja lo de todos ya es
suficiente. De hecho, podría ser el caganer, cuando no esté ocupado en lo suyo.
Lo de los tres Reyes ya clama al cielo, para un poquito de incienso, oro y
mirra, se basta Baltasar, y así cumplimos con lo de mas minorías étnicas y
además no le hacemos contrato ni nada. La mula y el buey, a la calle, si
quieren calor que enciendan una hoguera. El niño Jesús ha de quedarse por su
potencial, pero como becario. Y ahora viene la decisión más dolorosa: no
podemos permitirnos dos bajas maternales y la ley de paridad nos aconseja
quedarnos con la Virgen María así que le hemos propuesto a San José una
jubilación anticipada.
3 comentarios:
Pues desestimo la propuesta, yo soy el cornudo de Dios, o sea, que algún favorcillo me debe.
Y Mirones o deambulantes y expectantes, a mí también me sobran, con que dejéis a María, es suficiente. ( Y el crío, por que es de Dios, que tampoco os creáis que me hace mucha gracia).
Montar un belén, ahí está la prueba, tiene también su aquel...
...y eso que no has mencionado a los sindicatos, que a lo mejor, algo tenían que decir...
Un abrazo.
Si intervienen los sindicatos no montamos el Belén hasta Magdalena.
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