El mono se subió a la cima del
árbol para comer un plátano maduro que colgaba de él, pero tan pronto como lo
peló, descubrió que era un plátano mágico, que le dijo: “No me comas, si me dejas
vivir te prometo que te convertiré en un ser humano." "¿Y para qué quiero ser un ser humano?" preguntó el mono. "¿Para
qué, dices? Bueno, los seres humanos son una especie evolucionada y muy
inteligente, y también para no ser más un animal" "Ya veo... pero si
me convierto en un ser humano, ¿tendré casa? ¿un coche? ¿trabajo? ¿una
familia?" "Sí, sí, sí, no me comas, te voy a convertir en un ser
humano muy rico y poderoso, con una mansión, un coche fabuloso, un gran
trabajo, una amante esposa y dos hijos preciosos." El mono pensó en lo que
el plátano le había dicho y , encogiéndose de hombros, se lo comió. E hizo bien.
(Pido disculpas a quienes llevados por el título pensaban en otro tipo de plátano).
2 comentarios:
Pido disculpas por creer que era una metáfora, con, precisamente otro tipo de plátano, que se lo comió, y que hizo bien, que más vale plátano en mano que, en fin, lo que sigue.
@jinquer
Si ya sabía yo que tu....
Creo que eran los Amaya los que cantaban aquello de "Plátano maduro no vuelve a verde, pena que se va, se va y no vuelve"
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