A la mayoría de los hombres,
entre los cuales me incluyo, nos desagradan muchos mitos y leyendas urbanas que,
sin saber por qué, forman parte de la cultura popular hasta el punto de parecer
verdades absolutas sin serlo. Creo que ha llegado el momento de hablar sin
tapujos sobre algunos de estos temas, y dejar claro de una vez por todas la
realidad de estas falsedades. Por ejemplo, existe la creencia de que a los
hombres nos gusta ver un pezón erecto bajo una camiseta mojada. Eso es falso. En
realidad nos produce una sensación muy parecida a la del sonido de las uñas
deslizándose por una pizarra. Nuestra reacción inmediata es apartar la vista y
tratar de pensar en otra cosa. Es algo muy desagradable, así que, por favor
chicas, procurad no mojaros, evitaréis que pasemos ese mal rato. Otro mito muy
extendido es el de las colegialas con falda a cuadros. Unas faldas tan cortas
que al agacharse dejan ver parte del tanguita. Por favor, eso es algo que a todos
los hombres nos desagrada mucho, nos hace pensar en los problemas de la
enseñanza actual, los ciclos de formación y las tasas de la universidad, así
que procurad que al agacharos no se os vea el tanguita, ¿vale?. Otro mito que a
mí me molesta mucho es la creencia de que nos gusta practicar sexo oral. ¡Por
Dios! ¿Pero alguien puede creer que nos gusta? ¿De dónde vendrá esa falsedad
absurda? No, no nos gusta que nos ordeñen. ¿Y el sexo en los aviones? Estoy harto
de que cada vez que vuelo tenga que echar a varias azafatas del lavabo que
quieren practicar sexo conmigo. Es estresante. En cuanto te descuidas, se te ha
colado una, y aprovechando que tienes el pantalón bajado, te echa un polvo
salvaje. He de decir que antes sólo pasaba con las aerolíneas premium, pero
últimamente ya pasa con todas, hasta en las low cost. Una vez no molesta,
pero para quien viaja mucho como yo, es agotador. ¿Y lo de las gemelas
lesbianas? Ya sabemos que todas las gemelas con cierto atractivo son lesbianas
y adictas al sexo, pero es algo que deben llevar en su intimidad. Los hombres
no somos responsables de eso y ver todos los días a cuatro o cinco parejas de
gemelas desnudas haciéndoselo en lugares públicos es bochornoso. A los hombres
nos entristece y nos da mucha pena que la gente no controle sus instintos. ¿Y
las amigas? ¿Qué mente calenturienta piensa que nos excitan las amigas de
nuestra pareja? Llegar a casa y encontrar a tu pareja en la cama con varias
amigas resulta agobiante. ¡Claro que cumplimos! Y procuramos que todas quedéis
satisfechas. Pero es sólo por cortesía, es algo que no nos produce ningún
morbo. ¿Las cubanas? Pero si lo único que necesitamos los hombres es cariño, y
os empeñáis en masturbarnos con los pechos de forma lasciva ¿No os dais cuenta
que sólo queremos un abrazo? Dicho lo cual, si hay que sacrificarse para
contentar a las mujeres, yo seré el primero en hacerlo, que conste. Y paro ya
de escribir que, no sé por qué, me estoy excitando.
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