Él no era nada, entonces nació, fue niño, adolescente, adulto y hombre. Se casó, se convirtió en padre y luego en
abuelo. Trabajó, prosperó, soñó,
rió y lloró. Fue amado y odiado. Fue anciano y, debilitado mentalmente, fue a una residencia. El hombre se convirtió en un niño, fue
alimentado, bañado, le cambiaron los pañales, yacía en la cama como un bebé. Y
finalmente volvió a ser nada. Y
eso es lo que hay.
1 comentarios:
a menos que te mueras antes
Publicar un comentario