Despertó un sentimiento de temor
en la boca del estómago. Se volvió para mirar al que había sido su esposo
durante cincuenta años. Él, acostado a su lado en la cama, estaba
muerto. Una lágrima rodó por su rostro. Ella cerró los ojos, para
nunca abrirlos de nuevo.
0 comentarios:
Publicar un comentario