Puso sus manos alrededor del
cuello de ella y apretó. Ella se puso rígida al sentir el aumento de
presión y cerró los ojos, esperando el final. Se oyó un chasquido, y luego
se acabó. Tus dolores de cabeza se han terminado, dijo él. Sí,
gracias a ti, le contestó sonriente ella.
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