Antes de que vuelva mi papá debo tener ordenada esta habitación. He
estado jugando desnudo con los candelabros a que yo era un demonio con mi
tridente, igual que uno que vi en una peli de dibujos, así que ahora toca
lavarme, peinarme y vestirme con la ropa nueva tan elegante que me ha comprado.
Va a venir toda la familia a verme. He hablado con mamá y me ha asegurado que
me va a llevar con ella para siempre. Lo que papá le hizo no tiene perdón. Es
verdad, cuando mi papá se enfada da miedo, y cuando te pega te puede hacer
mucho daño. Lo digo porque lo sé, en serio. Oigo la cerradura. Es papá. Me meto
de nuevo en la caja. Es un poco estrecha, pero como esta forrada por dentro resulta
bastante cómoda. Me quedo todo lo quieto que puedo, no vaya a pensar que no
estoy muerto.
Microrrelato finalista de FantastiCS 2013.
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