En los días posteriores a cuando desaparecieron sus drogas
del cajón de la mesita, su abuela siempre negó haber sido ella.
Siempre dijo que habían sido los unicornios.
Y en su habitación sonaba esta canción:
Diví art del sarcasme i la ironia... un dels plaers més retorçats que un ésser humà pot gaudir en aquesta vida. Divino arte del sarcasmo y la ironía... uno de los placeres más retorcidos que un ser humano puede disfrutar en esta vida.
1 comentarios:
Vaya hombre! si es otra versión de la portada del libro que prologaste.......
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