Se despertó con un
sobresalto. Se dio cuenta de que había dormido hasta tarde, e iba a perder
su crucero. Se vistió rápidamente, cogió su maleta, y llegó al puerto en
menos de quince minutos. Pero era demasiado tarde. Se quedó mirando
con tristeza al Titanic zarpar.
2 comentarios:
Dias más tarde besó mil veces su viejo despertador...
@Nika Nikitta ¡qué bonito!
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