No me gustan los ñus. Odio los ñus como
creo que jamás nadie ha odiado a nadie. Odio a los ñus cuando cruzan el río y son devorados por los cocodrilos año tras año. Afortunadamente en mi pueblo no hay ñus, con lo cual este desmesurado odio no ha llegado a provocar violencia
alguna.
Después de comer, cómodamente instalado en mi butaca, pongo la dos y odio por televisión.
2 comentarios:
No siempre uno encuentra tiempo para odiar...Sobre todo si se está "siesteando"
El odio requiere tiempo....
Nika
Bueno, puede ser un odio adormecido.
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